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Esforzarse Demasiado en Una Relación Puede Condenarla

Conoces a alguien que realmente te gusta, e intentas anticipar todas sus necesidades, dejas tus cosas a un lado para hacerla feliz y al final terminas resintiéndola por ello. Resulta que esforzarte demasiado puede hacerle daño a una relación. De hecho, probablemente eres un cuidador emocional. HowDoIDate.com escribe sobre este problema.

Los cuidadores emocionales son personas cariñosas, preocupadas, generosas y confiables. Sinceramente quieren complacer a los demás y generalmente son gente agradable. Sin embargo, pueden ser fácilmente manipulados por otros porque tienden a ser pasivos y demasiado complacientes, y tienen altos niveles de culpabilidad y obligación, o miedo a la ira de otros. Un cuidador emocional preferiría sentirse herido, enojado, o deprimido él mismo en lugar de que la persona por quien se preocupan experimente cualquiera de esos sentimientos. Esto los hace altamente vulnerables a que se aprovechen de ellos y que sean maltratados en las relaciones con personas que sean altamente egoístas.

Incluso las personas que no son tan manipuladoras se acostumbran a ser atendidas. Así que si tus buenos sentimientos te hacen servir a las necesidades de los demás, acabarás creando situaciones que te harán sentir bien durante un corto tiempo. Y tu nuevo amigo te seguirá la corriente porque hacer de sirviente parece hacerte feliz. Luego te enojarás y deprimirás porque tarde o temprano hacer demasiado esfuerzo lleva a la frustración. Si esta es tu cuento de nunca acabar con las relaciones, ¿qué puedes hacer?

Encuentra a Otra Persona que También Cuide de Ti

Si eres un cuidador por naturaleza, es toxico salir con un manipulador. Por lo menos si sales con otra persona que sea como tú ambos pueden ser agradables y cuidarse mutuamente. Cada uno encontrará que su sentido de lealtad es recompensado. Pero en cambio ¿por qué no arreglar el problema?

Aprende a Quererte y Establece Límites

Hay una salida de la trampa de ser el cuidador. The Huffington Post escribe sobre ser el cuidador en una relación.

Somos cuidadores cuando ignoramos nuestros propios sentimientos y en cambio asumimos responsabilidad por el dolor y la alegría de otra persona. En lugar de asumir responsabilidad por nuestro propio bienestar, ponemos nuestros sentimientos en un closet, y cuidamos de los sentimientos de los demás.

Los cuidadores creen que son egoístas si cuidan de sí mismos en lugar de cuidar a otros. Ellos creen que no merecen cuidarse ellos mismos – que tienen que ganarse el amor. No es que no sepan cómo amarse – es que no creen que tienen el derecho de amarse ellos mismos a menos que estén solos y nadie los necesite.

Deshacerse del sentimiento de que no cuentas, de que no mereces ser feliz hasta que todo el mundo esté bien y que el amor necesita ser ganado, puede ser difícil. Psychology Today tiene un par de buenos consejos sobre cómo amarte a ti mismo. Comienza diciéndote, repetidamente, que no es egoísta cuidar de ti mismo. Luego, aprende a poner y mantener límites, y a hacer las cosas que te satisfacen.

Hazuna lista de las cosas que necesitas emocionalmente, cosas que sean importantes para ti y que te moleste o hiera tus sentimientos cuando son ignoradas o violadas. Y cuando alguien ignore lo que es importante para ti o se sobrepase, lo sabrás porque duele. No lo ignores. Tus sentimientos están ahí para decirte lo que está bien y lo que está mal.

Cuando se sobrepase contigo, díselo. Y piensa en las cosas que te hacen sentir bien y hazlas, ve a esos lugares o esta con esas personas. Esto nutre tu alma y hace que no trates de llenar ese abismal agujero tratando de cuidar y complacer a otras personas.




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