¿La decoración de tu cuarto no te deja dormir?
Para Catherine Ryan por Life & Beauty Weekly
La hipoteca, las noticias deprimentes en los periódicos, las críticas de tu jefe… ¡Con razón a veces estás tan estresada que te cuesta dormir! Sin embargo, si decoras tu cuarto de una manera que favorezca la relajación, tus noches cambiarán radicalmente.
“Después de un día agitado, necesitas un lugar que te ayude a aislarte de todos esos pensamientos y decisiones que te invaden durante el día”, explica Judy Pickett, diseñadora y propietaria de la compañía de diseño de interiores Design Lines en Raleigh, N.C. Un santuario de relajación es exactamente lo que necesitas para facilitar tu transición entre el trabajo y las responsabilidades familiares y el país de los sueños. Además, te ayudará a dormir esas horas que tanto necesitas para sentirte bien y poder llevar a cabo todas las tareas del día. Prueba con estos fáciles consejos para redecorar tu cuarto y convertir tu espacio en un oasis de paz.
1. Haz una limpieza
Los espacios despejados “son muchísimo más relajantes que las pilas de cosas, ya que no tienes que preocuparte constantemente por acomodar nada mientras estás en ellos”, dice Pickett. Es más, tener menos objetos significa que hay menos superficies para que se acumule el polvo, lo que te ayuda a respirar y a dormir mejor. Deja únicamente las fotos y los adornos que sean realmente importantes para ti, pero encuentra otro lugar para poner las pilas de revistas, los juguetes de los niños y cualquier papel que te haga acordar al trabajo.
2. Dile no a la electrónica.
Echa tu televisor, tu computadora y tu iPad de tu cuarto y pon tu teléfono en modo silencioso. “Cualquier cosa que acelere tu cabeza te impedirá relajarte”, advierte Pickett. En lugar de mirar a Jon Stewart o curiosear en Facebook antes de irte a dormir, haz algo que realmente te haga sentir más tranquila, como leer o hacer estiramientos. Para que te sea más fácil, pon algunos libros o una colchoneta para yoga cerca de tu cama
3. Baja de tono
Los colores suaves son imprescindibles en el lugar en donde duermes. Los tonos azules y verdes son los más relajantes. Si no quieres volver a pintar tu cuarto, prueba con añadir detalles en colores pálidos como una manta o un pequeño sillón, para conseguir el efecto que deseas. Los estampados distraen demasiado, así que opta por colores lisos y solo uno o dos objetos con dibujos.
4. Suaviza la luz.
Las lámparas con una luz demasiado fuerte mantienen a tu cerebro en plena actividad. Trata de utilizar focos de 40 watts y compra interruptores con dimmer para poder regular la cantidad de luz de acuerdo a tu humor. Pickett recomienda comprar una lámpara de pie con dos o tres “ramas” diferentes que puedes poner en distintas posiciones, para lograr una luz parecida a la luz natural del sol.
5. Sigue tu olfato.
“Los aromas no solo son relajantes sino que también pueden traer a tu mente buenos recuerdos”, dice Pickett. Compra una vela perfumada con un aroma te recuerde una época feliz de tu vida (la flor de plumeria si pasaste tu luna de miel enHawaii,por ejemplo) y enciéndela durante 30 minutos apenas vuelvas del trabajo. Cuando estés lista para irte a la cama, disfrutarás de un aroma suave y relajante, en lugar de un perfume cargado y empalagoso. También puedes comprar una botellita de aceite esencial de lavanda y poner una gota sobre el foco de una lámpara para que, al evaporarse, llene tu cuarto de un sutil y calmante aroma.
6. Crea armonías.
Cuando eras niña te cantaban canciones de cuna para que te durmieras, entonces ¿por qué no volver a integrar la música a tu rutina nocturna? Pon un CD que te haga sentir tranquila, ya sea una sinfonía de Bach, música celta o sonidos de la naturaleza. Mantén el volumen bajo y arma una lista de canciones que dure una hora, para que acabe justamente cuando empiezas a caer en los brazos de Morfeo. Haz otra lista de canciones para la mañana con música un poco más movida pero que siga siendo relajante para ti (como por ejemplo, canciones de Laura Marling o de Regina Spektor) para ayudarte a comenzar el día tranquila pero con energía.